La libertad como materia
Curaduría: Catalina Bunge
Artistas: María Clara Rossi y Máximo Rossi
Lugar: Lawn Tennis Club, Montevideo
Fecha: 17 de septiembre de 2025
La libertad como materia de María Clara Rossi y Máximo Rossi
La exposición reúne obras recientes de lxs hermanxs María Clara y Máximo Rossi, quienes, desde lenguajes pictóricos diferentes, exploran distintas cuestiones de la pintura y lo normativo.
A María Clara le interesa la representación de lo simbólico en la identidad de una persona, lo enigmático de ella. Retratos en primer plano, a veces de frente, otras de perfil y siempre en gran formato, son pintados con una intensa delicadeza. Su trabajo, profundo e incisivo, se basa principalmente, y desde hace 30 años, en retratos realistas magistralmente logrados, que dejan entrever guiños —brillos, piercings, cabellos sueltos— invitándonos a cuestionar las normas a través de la rebeldía. El encuentro con el otrx —espectador y obra—, lo que puede llegar a provocar en nosotrxs y la construcción de ese evento, es lo que más la motiva. “Me interesa lo que la pintura aún puede decir cuando el lenguaje falla”, aclara María Clara.
Máximo, por su parte, en esta selección de obras, presenta una síntesis de su exploración plástica sobre el ritmo y el color, utilizando el dripping como pincelada experimental y azarosa. Lo que en sus obras anteriores fue un recurso principal —el ensamblaje de objetos en desuso como disquetes o trapos de piso— aquí está sutilmente representado como una trama o textura. Su herencia longiana*, aún persistente en estas obras, le permite explorar intrépidamente el límite de la pintura.
Abocadxs a tareas distintas, ambos artistas confluyen en el uso de la dislocación como recurso para introducir la “libertad” como principio ideológico y material.
La filósofa Karen Barad sostiene que tanto el discurso como la materia participan intra-activamente en la construcción de la realidad. Para ella, la materia misma produce sentido y está en un constante devenir, participando activamente en las relaciones que nos constituyen con lo otro. En esta línea, las normas no son entidades abstractas, sino materializaciones que surgen de prácticas repetidas —políticas, culturales, científicas— que delimitan qué se considera normal o anormal. Y si las normas se encarnan, también pueden transformarse.
La dislocación se convierte así, en la obra de María Clara y Máximo, en una estrategia sensible para transitar las complejidades del presente, tanto en la construcción y performatividad del individuo, como del hacer artístico.
¿Por qué recurren María Clara y Máximo a la dislocación como recurso expresivo? ¿Qué se esconde detrás de este gesto? En el caso de María Clara, desde el género del retrato y su compromiso con la fidelidad, ¿puede entenderse como un acto rebelde que busca desorientar y cuestionar las estructuras fijas en la construcción de la identidad? ¿Y en Máximo, como una ampliación de los límites del lenguaje pictórico, que desmantela las convenciones visuales en favor de una materialidad expandida?
Ambos artistas intervienen su propia obra sumándole capas de sentido. Al enfrentarnos a sus pinturas, ¿podemos reconocer en nosotrxs ese impulso por lo no normado, por lo inestable? ¿Qué tanto lugar le dejamos a la norma para que nos moldee? ¿Qué libertades podemos aún imaginar desde la materia?
Catalina Bunge
1) Hugo Longa fue un artista visual y figura clave en la escena del arte experimental uruguayo. Máximo fue de los primeros que participó en su taller; María Clara, se incorpora poco después.
2) Karen Barad es una física y filósofa americana que desarrolló la teoría de realismo agencial (agential realism)desarrollada principalmente en su libro "Meeting the Universe Halfway: Quantum Physics and the Entanglement of Matter and Meaning" (2007).